Durante siglos, el ser humano comprendió intuitivamente que existían sustancias capaces de aumentar la eficiencia de su Unidad Cerebro-Mente (UCM), como por ejemplo el café.
Pero ahora, además, se ha estudiado que para mejorar la función cerebral, son indispensables algunos nutrientes:
Una sustancia natural, el ácido graso omega 3, ayuda a incrementar notablemente el funcionamiento de las sinapsis, dando como resultado la creación de recuerdos más fuertes.
Se ha demostrado que muchos niños que fracasaban en el colegio por fallas de concentración y memorización, lograron corregirse con el agregado de 6 cápsulas diarias de aceite de pescado. El efecto milagroso se logró tan sólo con dos o tres meses de tratamiento y la mejoría fue evidente, tanto para los padres como para los maestros. Los cambios más notorios que manifestaron estos niños, fueron la disminución del tiempo dedicado a la computadora y la televisión, el aumento del interés por la lectura y el deseo de aprender.
El cerebro necesita mucha energía para poder funcionar correctamente y es un hecho que consume el 20% de toda la que produce el cuerpo en reposo. Dicha energía depende de la oxidación de la glucosa, que, a su vez, depende de la presencia de las vitaminas del grupo b.
Por eso es necesario asegurarse que estas vitaminas estén presentes en la dieta, consumiendo, por ejemplo, cereales integrales, o agregando a las comidas complejos que las contengan